El pasado 9 de octubre y desde el autobús, pude visualizar como alguien había recogido un petirrojo (Erithacus rubecula) y lo había dejado muerto sobre un transformador de señalización semafórica que se encontraba en la Avinguda Icària. Justo al lado un edificio de viviendas con amplias cristaleras. Y yaer 10 de octubre encontré otro petirrojo, muerto por colisión contra una ventanal de un edificio acristalado perteneciente al 22@, otro punto negro...
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